Uno de los primeros cómics "de adultos" que me leí fue Niebla en el Puente de Tolbiac. Como contaba en otras ocasiones, de pequeña (y no tan pequeña...) era adicta a los Tintines, Asterix, Esther, Mortadelos y un amplio etc. Con 12 o 13 años empecé a tontear con algún cómic que tenía mi hermano de las colecciones de Rambla, Totem etc... Y a esa tierna edad, el mismo que acabo de nombrar me regaló (sospecho que para su beneficio propio...) una caja de la colección Cairo que contenía 12 números. En ellos venían historias muy diferentes de distintos autores: Miguel Gallardo, Franquin , Tardi y muchos más. De aquella, algunas me parecieron muy extrañas, pero otras me encantaron y mi favorita fue Niebla en el puente de Tolbiac (que venía dividida en varios números). Bastantes años más tarde, concretamente en el 2005, la conseguí en un sólo volumen por una colección de cómics que sacó el País.
Parte de esos 12 números de la revista Cairo. |
Ilustración de un libro de Céline "Muerte a crédito" |
Jacques Tardi es un dibujante e historietista francés que hace poco ha sido noticia por rechazar la Legión de Honor francesa por no querer nada que venga de un poder político. En 1976 crea el personaje con el que tendría más éxito Adéle Blanc-Sec, una valiente escritora parisina que vive unas extrañas y curiosas aventuras (hace poco se volvieron a editar). Exceptuando las aventuras de Adéle, la temática de los cómics de Tardi suele ser bélica o detectivesca. También fue ilustrador de alguna novela de Cèline y de Julio Verne.
Una de las razones por las que me encantan los dibujos de Tardi es porque está todo muy detallado. Este es un dibujo de otra adaptación de otra novela de Léo Malet: ¿Huele a muerto o qué?
Niebla en el puente de Tolbiac fue la primera adaptación que Tardi hizo de una novela de Léo Malet, cosa que se repetiría años más tarde con 4 novelas más. Se publicó en 1982 y Norma editorial la volvió a editar en 2009. Protagonizada como decía antes, por un detective privado, cínico y ex anarquista, que vive en un París oscuro en los años de la posguerra, rodeado de gente que como él está desencantada y que no saben por dónde tirar... Muchos de ellos viviendo en una situación tan desesperada, que hará que estén dispuestos a hacer cualquier cosa para sobrevivir, incluso matar. En esta historia al protagonista le llega un caso que le hará volver a recordar sus años de anarquista y en el que compartirá protagonismo con una atractiva gitana...
Una de las cosas que más me gustó y me sigue gustando de éste cómic aparte de la historia en sí, es cómo está retratado el París de los 50, sus calles, sus edificios, esa lluvia y niebla que rodea el
puente... Es muy de película...
Y ya que estamos con un post francés que el enlace musical lo sea también. Os dejo con el Zou Bisou Bisou de Gillian Hills. (Un guiño a los seguidores de Mad Men...)
No hay comentarios:
Publicar un comentario